Cómo cambia el coche eléctrico nuestra forma de trabajar

Las flotas que cuentan con vehículos eléctricos aumentan cada día. Las mejores prestaciones los hacen más versátiles para todo tipo de actividad profesional. Renault Kangoo E-Tech 100% eléctrico se revela como líder en España.

Cada vez son más los profesionales y empresas que apuestan por vehículos comerciales eléctricos para engrosar sus flotas. Las mejoras en determinadas prestaciones, como la autonomía o el tiempo de carga, permiten abordar todo tipo de actividades profesionales en la ciudad y fuera de ella. Los profesionales que eligen un coche eléctrico de empresa adaptan su forma de trabajar al uso de este tipo de vehículos.

no solo flotas de empresas, también autónomos y pequeños negocios

Recientemente conocíamos la noticia de que Correos ha sumado 100 nuevas unidades de la furgoneta Renault Kangoo E-Tech 100% eléctrica a su flota de vehículos de reparto. Con ellas serán ya 500 vehículos Renault electrificados en la flota de la empresa pública, de los 2.500 que planea tener para final de año. Su objetivo es que en 2030 el 50% de su parque vehícular sea de tecnologías sostenibles, demostrando que el uso del vehículo eléctrico se puede implantar en empresas a gran escala.

 

Correos supone un excelente ejemplo de la tipología de empresas que más frecuentemente recurren al vehículo comercial eléctrico para sus flotas. Por supuesto están las empresas con servicios de reparto de última milla, especialmente aquellas que cuentan con rutas programadas. IKEA es una de esas empresas que confían en los comerciales eléctricos de Renault para sus flotas, poniéndolas incluso a disposición de sus clientes en algunos países.

 

Pero también instituciones del sector público y empresas con contratas de servicios urbanos, recurren al vehículo eléctrico en consonancia con su labor de interés público. Empresas como Iberdrola o Agbar (ahora integrada en Veolia) también cuentan con comerciales E-Tech 100% eléctricos de Renault para la prestación de sus servicios en la ciudad.

 

No obstante, los coches eléctricos son también cada vez más frecuentes entre autónomos y pequeños negocios. Así nos lo aclara Bruno Mourgeon, Director de Flotas en Renault Group España: “Cada vez más profesionales integran vehículos cien por cien eléctricos en sus flotas, por las ventajas de circulación en las Zonas de Bajas Emisiones, y por las prestaciones de estos vehículos”.

las furgonetas eléctricas como protagonistas, pero también los turismos

De todos los vehículos comerciales eléctricos de Renault, Mourgeon no señala ningún modelo como más adecuado para la actividad laboral, ya que “la ventaja es que hay una furgoneta eléctrica para adaptarse a las necesidades de cada empresa y cada profesional”. Aunque sí apunta a que Renault Kangoo “es la opción elegida por muchos de nuestros clientes”.

 

Renault Kangoo E-Tech 100% eléctrico, con 3,9 m³ de capacidad, más de 300 km de autonomía homologada y la capacidad de recuperar 170 km en 30 minutos (en puntos de 80 kWh), se ha mostrado como un aliado fiable y versátil para las empresas que han querido dar el salto a la movilidad eléctrica. Con innovaciones como el sistema “Ábrete Sésamo” de Renault, entre otras, fue elegido además como Furgón Internacional del Año en 2022.

 

Para las actividades que exigen mayor capacidad de almacenamiento (hasta 22 m³), el furgón Renault Master también conoce una versión E-Tech 100% eléctrica, con 204 km de autonomía y la capacidad de cargar al 80% en 2 horas. La recientemente presentada cuarta generación promete elevar la autonomía a 410 km y recuperar 229 km en 30 minutos, además de ampliar un 25% el almacenamiento interior. Se convierte de esta forma en un magnífico aliado para el transporte de mercancías entre ciudades.

 

A medio camino entre ambas se situará a partir de finales de año la nueva Renault Trafic E-Tech 100% eléctrica, con un volumen de carga entre 5,8 y 6,7 m³ (según versiones). La Trafic, que tan popular se hizo por su concepto de “oficina móvil”, contará en su versión eléctrica con una motorización estándar de 297 km de autonomía, y una long range que logra hasta 322 km optimizando algunas prestaciones.

 

Aparte de los comerciales E-Tech para flotas, Mourgeon nos aclara que “las empresas también optan por turismos eléctricos para la movilidad de sus técnicos y comerciales en las ciudades”. El director de flotas de Renault en España señala a Renault Zoe y a Megane E-Tech 100% eléctrico como los vehículos preferidos por sus empresas clientes. El compacto (390 km de autonomía), ya fue pionero en movilidad eléctrica urbana, mientras que la berlina (470 km, recuperación de 300 km en 30 min.) se muestra además como un magnífico vehículo de representación.

integrar la carga del vehículo en la jornada de trabajo

Como vemos, las autonomías de los comerciales eléctricos van mejorando en cada generación, lo que los hace más polivalentes y permiten adaptarse a más necesidades. Eso incluye que, además de los habituales servicios prestados en la ciudad de base, puedan abordar sin problemas otros fuera de ella e incluso en otras localidades. Trabajar con rutas programadas o kilometrajes ya conocidos facilita mucho la planificación de las cargas.

 

La clave está en organizar la jornada laboral integrando la carga del vehículo como una actividad más del proceso de trabajo. “Lo normal es que los vehículos se carguen por la noche en una base o en el domicilio del empleado, y que tengan autonomía para incluso para varias jornadas”, apunta Bruno Mourgeon. “En el caso de un uso más intensivo, los clientes programan cargas en los cambios de turno para maximizar los kilómetros de uso”.

 

Correos, por ejemplo, ha instalado 500 puntos de carga en sus distintas sedes para garantizar el funcionamiento de la flota. La empresa pública forma a sus conductores en cuestiones de conducción eficiente con este tipo de vehículos (por ejemplo, los modos de frenada regenerativa), aunque realmente no exigen una capacitación especial para ponerse al volante de ellos.

 

Algo diferente ocurre con el mantenimiento de los vehículos de la flota. Aunque ya sabemos que las mecánicas cien por cien eléctricas son más sencillas y suponen un menor número de operaciones y costes de mantenimiento, sí se requiere de personal cualificado para las reparaciones. Así lo confirma el Director de Flotas de Renault: “La intervención en vehículos eléctricos requiere un mínimo de especialización. Con un recorrido de más de 10 años, la red Renault es especialista en vehículos 100% eléctricos y con una cobertura nacional ofrece todas las garantías para revisiones rápidas y de calidad”.

los beneficios y ventajas fiscales ayudan al crecimiento en las flotas

Además de los muchos beneficios que supone utilizar vehículos eléctricos en flotas, su uso puede convertirse en una prioridad para las empresas ante la necesidad de circular sin restricciones en las Zonas de Bajas Emisiones. La Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética exige que los municipios de más de 50.000 habitantes creen este tipo de áreas restringidas en sus planes de movilidad, lo que supone un acelerador para la adopción de comerciales eléctricos para actividades profesionales en la ciudad.

 

También ayudan los planes de incentivo como el Programa MOVES Flotas, con cuantías importantes para cualquier empresa tanto para la adquisición de vehículos como para la instalación de puntos de carga. “El mercado todavía es pequeño, pero el crecimiento es exponencial”, concluye Bruno Mourgeon. “En Renault estamos a la cabeza de esta progresión, con clientes que llevan comprando nuestras furgonetas desde hace más de un lustro, y que van aumentando su flota año tras año”.

 

No en vano, la Renault Kangoo E-Tech 100% eléctrica es el comercial eléctrico más vendido en España en los últimos cinco años. La importancia que empresas como Correos, Iberdrola o IKEA tiene en la penetración del coche eléctrico no se limita únicamente a engrosar las cifras de ventas. También suponen un caso claramente ejemplificador de que la movilidad eléctrica es perfectamente capaz de afrontar los requisitos inflexibles de la movilidad profesional o el reparto de última milla.